Para aquéllos que quieren comprender las conversaciones de los argentinos, aquí tienen otras expresiones y las claves para descifrarlas.
Si digo “es una rata”, digo que es egoista y avaro.
Si te pido “un pucho”, quiero un cigarrillo.
Si te digo “voy a torrar”, voy a dormir.
Si digo que ella es “un bagayo”, digo que es muy fea.
Si digo “qué quilombo”, digo que es un caos, un desórden.
Si digo “estamos en el horno”, quiero significar que tenemos problemas graves.
Si digo “estoy a full”, quiere decir que estoy muy ocupado.
Si hablo de “un cheto o un concheto”, se trata de una persona que tiene mucho dinero.
Si digo que “gasté 500 mangos”, digo que gasté 500 pesos
Si digo “está recaliente” digo que está muy enojado pero ¡atención! porque también quiere decir que está excitado sexualmente.
Si digo que “no para de lastrar”, digo que no para de comer.
Si digo que algo “está repiola”, quiero decir que está muy bueno, muy lindo e interesante.
Ya sé, ya sé… no siempre es fácil comprender a los argentinos….
(Leer también los cuatro artículos precedentes publicados en “Hablar argentino”)