Es imposible determinar la fecha de nacimiento del Tango por carecer de documentos escritos. Sin embargo, la mayoría de los estudios fijan los comienzos de la música y el baile en 1880 en la ciudad de Buenos Aires.
El Tango nació en las riberas del Riachuelo, en los ” boliches” y los “conventillos” de los barrios del sur de Buenos Aires. La clase social en la que se desarrolló era la de los criollos-inmigrantes, compuesta por marineros, artesanos, obreros, etc. Eran hombres solos que habían llegado a este país buscando nuevas oportunidades, habían abandonado a sus familias en su país de origen y frecuentaban los burdeles y las casas de baile para distraerse.
El baile
Una de las característica que define mejor el Tango es su coreografía cuya belleza visual ilustra el espíritu de la música.
La pareja de bailarines hace un paso en cada compás como si caminara. El “firulete” es un conjunto de pasos que muestra la capacidad de la pareja para decorar el baile y seducir. Es el detalle lo que transforma al Tango en un espectáculo que llama la atención.
Es importante diferenciar el baile coreográfico del baile improvisado. En el primero, el talento de los bailarines está colocado a disposición de un espectáculo, mientras que en el segundo, no hay ensayos previos y la improvisación se transforma en protagonista.
En el Tango, la mujer seduce y el hombre conduce. El hombre guía a la mujer con su abrazo y ella cierra los ojos y se deja guiar.
Yo, que soy bailarina de Tango y frecuento las “milongas”, le aconsejo ver un espectáculo, pero también ir a una milonga y apreciar el baile y los códigos de los ”milongueros” de Buenos Aires. Es un universo nuevo a descubrir….
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